domingo, julio 10, 2011

La diferencia entre ser seguidor y ser seguido

En el parachoques trasero de un automóvil encontré la siguiente frase “No me sigas, yo también estoy perdido”, frase curiosa e ingeniosa pero muy seria, especialmente en tiempos actuales en los que todo el mundo es un seguidor de alguien.

Las redes sociales han cambiado el sentido de la palabra seguidor, puesto que ahora cualquiera tiene seguidores y es a la vez un seguidor.

De acuerdo con el sitio http://twitaholic.com/ la celebridad con más número de seguidores es Lady Gaga con más de 11 millones de seguidores (hasta la fecha) seguida por  Justin Bieber con10 millones y Barac Obama con más de 9 millones. En la lista de los 100 “twitterholics” se encuentran mayormente artistas musicales, de TV y Cine como Katy Perry ( 4º lugar), Shakira (10º lugar) Charlie Sheen (26), Juanes ( 67) , Servicios web como Twitter en español, TwitPic, UbberSocial y Mashable, así como estrellas del deporte como Kaka, Shaq y el periódico The New York Times, sitios de noticias como The Onion y CNN. Por supuesto algún lugar tendría Bill Gates (55) y Al Gore (95).



Seguir a alguien es algo que hace a la gente feliz también, por ese sentido de conexión con al objeto de tu afición, aún más cuando quien sigues te devuelve el mensaje -pese a que no te conoce- ¿quien no se emocionaría si recibiera un mensaje directo de tu actor favorito?

Facebook es también una revolución en cuanto a número de seguidores, aunque el término aquí es más sutil, se les llama “amigos”. El país con mayor número de usuarios en Facebook es Estados Unidos con 151,350,260, según el sitio http://www.checkfacebook.com/ , seguido de Indonesia con 38,860,460 y el Reino Unido con mas de 29 millones de usuarios. En México la audiencia era (hasta la fecha) de 26,770,300, de éstos el 33.1 % están en edades de entre 18 y 24 años.


¿Cuántos “amigos” puedes acomodar en tu lista de Facebook, 1,000 o un 1000,000? El terreno es todavía más movedizo porque cualquiera puede crear una página a nombre de un personaje público y llenarse  de amigos. En diciembre de 2004 Steve Hofstetter, autor y columnista, se lanzó en un reto de reunir 10,000 amigos en Facebook, para mediados de enero de 2005 ya tenía 15,000, la cuenta continuó creciendo hasta llegar a 200,000 peticiones de amistad, pero entonces los administradores de Facebook notaron que esa cuenta afectaba la velocidad de descarga del sitio, finalmente la cuenta de Steve fue “reseteada” a cero, según el mismo Hofstetter narra en su columna, la gente de Facebook no esperaba, en aquel entonces tan abrumadora respuesta y tal como lo afirma, fue “una visión espeluznante de lo que tonta que puede ser la gente”. http://goo.gl/FXjFf

Desafortunadamente, el ejemplo que muchas celebridades dan a sus seguidores no es precisamente muy loable, sería interminable la lista de personajes populares, desde estrellas del deporte como artistas de cine y TV que llevan vidas escandalosas y hasta criminales.

Cuando el apóstol Pablo le escribió la primera carta a su hijo espiritual Timoteo, no existía nada de lo que hoy conocemos como red social pero si existía la presión social de igual manera. La gente ha buscado a quién seguir desde siempre, la sociedad ha estado dividida en líderes y seguidores. Por eso Pablo le escribe a Timoteo. No permitas que nadie te subestime por ser joven. “Sé un ejemplo para todos los creyentes en lo que dices, en la forma en que vives, en tu amor, tu fe y tu pureza” (1 Timoteo 4:12 NTV).

No se necesita ser una celebridad para ser ejemplo y tener seguidores. Los hermanos mayores se pueden convertir en ejemplo para los hermanos menores, los maestros son ejemplos de los alumnos, los padres son ejemplos de los hijos. Así que la diferencia entre ser seguidor y ser seguido es muy importante.

Cuando uno es un ejemplo a seguir se tiene que cuidar lo que se dice, lo que se hace y cómo se vive. La juventud está desilusionada de sus líderes políticos, está cansada de las instituciones rígidas y corruptas, está ansiosa de líderes que les despierte de nuevo la ilusión y la esperanza. Por eso es muy fácil para la juventud seguir al cantante de moda o al actor o modelo más sexy, al deportista triunfador, porque ellos se convierten en ejemplos a seguir.

¿Te has preguntado últimamente si tu ejemplo es digno de seguirse? Pablo insiste en su carta que la vida del joven líder demuestra su carácter, su conducta y sus convicciones. Ya sea que tengas 15 años o tengas 50, la necesidad de seguir a alguien nos mueve a buscar en el ejemplo de los otros una guía para el camino.

Me temo que si hacemos un análisis serio de nuestra conducta, carácter y convicciones, mucha gente debería colocar en sus cuentas de Twitter o Facebook la frase “no me sigas, yo también ando perdido” 

 

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