domingo, noviembre 03, 2013

Anticristo y anticristos

Anticristo y anticristos 



Predicado el 3 de noviembre de 2013 por Frank Pool 


Lectura 1 Juan 2: 18-23


18 Hijitos, es la última hora, y así como oísteis que el anticristo viene, también ahora han surgido muchos anticristos; por eso sabemos que es la última hora. 19 Salieron de nosotros, pero en realidad no eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron, a fin de que se manifestara que no todos son de nosotros. 20 Pero vosotros tenéis unción del Santo, y todos vosotros lo sabéis. 21 No os he escrito porque ignoréis la verdad, sino porque la conocéis y porque ninguna mentira procede de la verdad. 22 ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. 23 Todo aquel que niega al Hijo tampoco tiene al Padre; el que confiesa al Hijo tiene también al Padre


Introducción.


El tema del anticristo ha sido objeto de ideas equivocadas respecto a la naturaleza del anticristo mismo. ¿Será una persona, un gobierno o una institución? Entre otras ideas se ha dicho que un Papa sería el anticristo, que un presidente de los Estados Unidos es el anticristo, que las Naciones Unidas son el anticristo.


Mucho de esta confusión se debe a la ignorancia de las escrituras sobre este tema. No tenemos mucho tiempo para hablar de ello pero quisiera aclarar algunas cosas de las que habla el apóstol Juan respecto a la figura del anticristo y los anticristos.


El escenario


En primer lugar el apóstol menciona algo que seguramente los seguidores de Jesús ya conocían. “Como oísteis que el anticristo viene”, luego entonces los discípulos no ignoraban este hecho, y además hace referencia al tiempo “Es la última hora” o como dicen otras versiones “es el último tiempo” (RV)


Respecto al tiempo, no hace referencia al momento en que fue escrita la carta sino a la era entre la primera venida de Jesús y su segunda venida, es decir el tiempo actual. Por lo tanto todo lo que menciona sucederá en el tiempo en que vivimos. 


Hace la diferencia entre “El anticristo” en singular y “los anticristos” en forma plural “también ahora han surgido muchos anticristos; por eso sabemos que es la última hora.” 


El anticristo es un individuo identificado como “la bestia”  - posiblemente un gran líder carismático de influencia global- que tomará el gobierno temporal de todo el mundo, tal como se menciona en Apocalipsis 


“ Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aun no han recibido reino; mas tomarán potencia por una hora como reyes con la bestia. Éstos tienen un consejo, y darán su potencia y autoridad á la bestia. (Apocalipsis 17:12-13), 


pero mientras esto será en un momento de la historia, que no sucede aún, se está creando el escenario para que diez grandes naciones se unan y otorguen su consentimiento para que un solo poder los gobierne. ¿Quien será ese individuo? No lo sabemos, pero podemos estar seguros que sucederá porque así está profetizado. 


Mientras llegue el momento del anticristo, surgirán muchos anticristos (en plural) y esos si estamos seguros que ya están aquí. 


Los anticristos


Dejando a un lado al anticristo - que no es aún- enfoquémonos en los anticristos - que han estado ahí y siguen aquí.


El apóstol Juan describe las 3 características de los anticristos. 


1. Formaron parte de la comunidad de creyentes. 


2. Se apartaron de la iglesia y de la fe


3. Niegan al Jesucristo y al Dios de la Biblia 


A. Los anticristos han estado dentro de la iglesia desde siempre.  


¿Cómo es posible que hayan formado parte de la iglesia? Juan Calvino dice en sus comentarios a la Primera epístola de Juan 


“la Iglesia siempre está expuesta a este mal, porque está obligada a soportar a muchos hipócritas que no conocen a Cristo, realmente, aunque puedan profesar mucho su nombre solamente de boca.” 


El Señor Jesús dijo también que no todos los que le llaman “Señor, Señor” entrarán en el reino de los cielos. En fin podemos estar seguros que hay en toda iglesia gente que se dice cristiana pero con sus actos, pensamientos y actitudes demuestran lo contrario. 


En la historia de la iglesia encontramos cómo han surgido tendencias heréticas que causaron divisiones y discordias que aún permanecen. 


Contra estos el apóstol Juan nos previene, para estar atentos y saber que siempre habrá anticristos.


No es que la iglesia produzca a los herejes. Ya son herejes de por si y dirigidos por el espíritu de Satanás se meten a las iglesias con el único fin de causar ruptura y desorden. 


B. Los anticristos tarde o temprano abandonan la iglesia. 


Hagamos una aclaración , no estamos hablando de los hermanos que por razón de su trabajo o situaciones especiales se van de una iglesia a otra. Estamos hablando de aquellos que obviamente se apartan de la fe ya sea para dedicarse de vuelta al pecado como para unirse a movimientos heréticos y abiertamente anticristianos. 


El apóstol Juan le dice a la iglesia que no deberíamos preocuparnos por ellos ya que nunca fueron en realidad de Cristo.  


“Salieron de nosotros, pero en realidad no eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron, a fin de que se manifestara que no todos son de nosotros.”  ( 1 Juan 1:19)


En cierto modo está diciendo, esta es una manera de purificar la iglesia, no es que debería alegrarnos sino darnos tranquilidad de que Dios está en control de su iglesia y es él quien decide el destino de su reino aquí en la tierra. 


Cada vez que alguien deja la iglesia surge la pregunta ¿Por qué se habrá ido? ¿Será que no le gustó lo que hacemos? Cabría mejor la pregunta. ¿Habrá sido verdaderamente de Cristo? La única manera de saberlo es darnos cuenta si volvió al mundo de donde vino o se fue a una iglesia donde pueda servir a Jesucristo. Si regresó al mundo y al pecado, el apóstol Juan nos reconforta con esta convicción. “Si hubieran sido de nosotros habrían permanecido con nosotros”


C. Los anticristos niegan a Cristo y al Padre.


¿Cómo saber si aquel que salió es anticristo o simplemente una persona débil de fe que está pasando por una prueba? El apóstol no da la respuesta en dos partes. La primera es la identidad del que verdadero cristiano y la identidad del anticristo.


A. El verdadero cristiano tiene la unción del Espíritu y conoce todas las cosas, sabe que la verdad no puede proceder de la mentira y confiesa al Padre y al Hijo.


B. El anticristo es un mentiroso que niega al Padre y el hijo.


En las cartas de Juan encontramos las pruebas de fe verdadera en los primeros dos capítulos 


1) Una conciencia sensible a la santidad.


2) Un absoluto sometimiento a la autoridad de la Palabra inspirada por Dios.


3) Un profundo vínculo de comunión espiritual con sus hermanos en la fe.


4) Separación de las cosas del mundo.


5) Un entendimiento claro e instintivo de las doctrinas evangélicas acerca de la salvación del alma, lo esencial de la fe, aunado a una profunda lealtad a esas doctrinas y voluntad para defenderlas.


El anticristo, por su parte, niega toda doctrina Bíblica sobre Dios y sobre el Cristo. Hoy día es común encontrar movimientos que hablan de Jesus como un gran hombre, o un gran profeta, un iluminado o un gran maestro. 


Todo esto son falsas afirmaciones, ya que Jesucristo es el Mesías prometido, -el Cristo-  el salvador, el camino al padre, el dador de la vida y la luz del mundo. Cualquier otra afirmación que no proceda de la Palabra de Dios es mentira y por lo tanto es lo que el anticristo predica.


Aún más, el anticristo niega a Dios, y por lo tanto no puede aceptar que el Cristo provenga de Dios. Todo aquel que niegue a Dios, se oponga a Dios, es por lo tanto anticristo.


Entonces encontramos anticristos en todos lados, en la literatura, en las series televisivas, en las películas, en los discursos políticos, en todas partes hoy día podemos encontrar anticristos.  ¿Debería preocuparnos? No, de ninguna manera, lo que debería preocuparnos es conocer la verdad.  


El Apóstol Juan le escribe a la iglesia verdadera, porque la iglesia conoce la verdad , la cual se revela por medio del Espíritu de Dios. Cuando la estudiamos la Palabra de Dios y nos sometemos a Dios para que sea Su Espíritu quien nos revele la verdad de las escrituras.


En conclusión.


Vivimos en la última era, el Señor Jesucristo vendrá, no sabemos cuándo pero si sabemos cómo- porque todo ojo le verá- cuando eso suceda.


El anticristo vendrá, no sabemos quién es, pero sabemos cómo, porque tendrá el dominio mundial.


Los anticristos están aquí y ahora, porque están en las iglesia intentando desacreditar al Cristo, causando divisiones, introduciendo pensamientos liberales y herejías para debilitar a la iglesia. 


Dios purifica su iglesia de esos anticristos y terminan saliendo de ella, ya para regresar al mundo o para continuar su obra de destrucción.


La iglesia verdadera es aquella que está fundamentada en el testimonio de la Palabra de Dios, fuertemente arraigada en la verdad de Dios y el Cristo; y está atenta a las mentiras para descubrirlas.

martes, enero 01, 2013

Es hora de la evaluación: ¿Cuánto hemos alcanzado?


Filipenses 3: 1-16

31 de diciembre de 2012

Introducción

La vida del ser humano se ha regido por tiempos. Como dice el escritor “ Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay tiempo á todo lo que se quiere y sobre todo lo que se hace” (Ecc. 3: 17); Cada ciclo de vida , llámese día, mes, año, etc. es una oportunidad para el examen, (aunque no a todos les agrada la palabra “examen”), el salmista David pide a Dios hacerle un examen: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón: pruébame y reconoce mis pensamientos” ( Salmo 139: 23)
Así pues, hacer un examen periódico de nuestras vidas nos ayuda a poner las cosas en perspectiva, nos ayuda balancear nuestras prioridades y nos permite valorar nuestros logros a la vez que nos muestra nuestras debilidades.
Hoy que tenemos la oportunidad de reunirnos para dar gracias por un año que termina, aprovecharemos también el tiempo para hacer un examen de nuestras vidas tal como el apóstol Pablo lo hizo en su carta a los Filipenses cap 3.

Primero una historia.
Hace algunos años tuvimos la oportunidad de estar en Cuba en un viaje misionero, con la familia y un grupo de jóvenes americanos. Nuestro objetivo era reconstruir el techo de una congregación y un puente que pasaba sobre un canal y llevaba al templo. Ese verano fue uno de los más emocionantes y también uno de los más frustrantes.
Unos meses antes de nuestra llegada una persona había ido al sitio del proyecto para prepararlo todo, tomar las medidas y encargar todos los materiales para la reconstrucción. En Cuba es muy difícil conseguir materiales así que todo el material se compró en Estados Unidos y se envió por medio de un barco con la intención que a nuestra llegada todo estuviera listo y nosotros solamente tendríamos que ensamblar las partes y reemplazar el viejo techo de paja por uno de madera y metal. El puente también de madera, se armaría con las piezas previamente cortadas.
Si embargo no todo sería tan fácil como se había previsto. Cuando llegamos, mucho de nuestro equipo de construcción había desaparecido - o había robado- así que empezamos con el pie izquierdo.
No podíamos comprar ni cocinar nuestra propia comida, así que dependimos totalmente del control de las organizadora de nuestro viaje. Durante ese tiempo tuvimos que enfrentar un virus que dejó a todo el equipo enfermo durante varios días, con fiebres, vómitos y diarreas. Como si eso no fuera suficiente, una de nuestras chicas se cayó del techo y se fracturó el tobillo.
Cuando logramos vencer las enfermedad y otras contrariedades llegó el momento de trabajar en el techo, removimos toda la paja y cuando estábamos listos para empezar a colocar las estructuras de madera nos encontramos que las medidas estaban equivocadas, nada encajaba, la madera estaba cortada, las láminas estaban contadas, pero el espacio era más grande.
En esos momentos ni el entrenamiento, ni los años de experiencia previa servían, simplemente ya no teníamos los materiales suficientes, nuestros fondos se habían acabado y el tiempo para entregar el trabajo estaba por terminar.
Hubo un momento en que no tuve más que admitir mi impotencia ante mi equipo y reconocer que simplemente no encontraba forma de remediarlo, esa tarde, llorando le confesé a Dios que no sabía qué hacer.
¿Alguna vez has sentido que todo lo que sabes no sirve para resolver una situación ? ¿Alguna vez has pensado que todo en realidad es basura y que solamente un poder superior a ti podría lograr sacarte del hoyo?
El apóstol Pablo llegó a la conclusión que todo lo que había sido, y todo lo que había hecho en realidad eran basura. El capítulo 3 de la carta a los Filipenses es una honesta auto-evaluación de lo que el apóstol era. Pablo responde a tres preguntas, mismas tres preguntas que nos haremos hoy como parte de esta evaluación personal.

La primera es ¿Quien soy? ( 3: 3-6)

Es muy común escuchar al final del año que las personas se sienten orgullosas de sus logros, de sus metas alcanzadas y de sus éxitos. También se reflexiona sobre las penurias o dificultades pero con un aire optimista y el deseo que todo irá mejor el próximo año. Las personas renuevan su confianza en sí mismas y esperan que eso les saque adelante.
En el tercer capítulo de la carta a los Filipenses, el apóstol Pablo hace una serie de recomendaciones a la iglesia, !Cuidense! les dice, porque los que han nacido de nuevo no ponen su confianza en sí mismos sino en Cristo . ¿Qué quiso decir el apóstol? lejos de explicarlo con otras palabras, prefiere poner un ejemplo de su propia experiencia.
Pablo explica que él tenía mucho de qué estar orgulloso, de su linaje, de su educación, de su religiosidad, de su entrega a la causa e incluso de su celo por la ley y la justicia. Era un ejemplo de patriota, era un Fariseo “de hueso colorado”, un activista dedicado a la tradición judía, un fanático y eso lo ponía también en una situación privilegiada entre sus contemporáneos.
Pablo tenía un currículum impresionante, no era un ciudadano cualquiera, ya lo podemos escuchar decir “Si alguien tiene razones para confiar en sus propios esfuerzos, !Yo las tengo aún más! (3:4 NTV)
Piensa por un momento ¿Qué es lo que te define? ¿Que es aquello de lo cual te sientes orgulloso? ¿Cuántos diplomas o trofeos adornan tus vitrinas, lo que algunos han dado por llamar “la egoteca”? ¿Cuántas páginas ocupa tu CV? ¿Cuántos títulos acompañan tu nombre en tu tarjeta de presentación?
Los logros personales de Pablo lo definían según “la carne” como bien dice, le habían dado su posición social, le habían abierto las puertas del poder político y religioso pero algo no estaba funcionando.
Si basamos nuestra vida en los logros “según la carne” como lo describe Pablo, entonces algo muy importante falta. Pablo sabía que sus logros personales no eran suficientes para alcanzar algo mucho más importante que era la gloria.

La segunda es ¿Cuánto vale lo que soy? ( 3: 7-11)

Las cosas materiales también definen a las personas.
Quizás has escuchado la frase “Tanto tienes, tanto vales” , el mismo Miguel de Cervantes lo incluyó en el Quijote “Tanto vales cuanto tienes y tanto tienes cuanto vales” (El Quijote II 20), es decir se tiende a darle valor a las personas por lo que tienen. Mientras más se tiene, más alto lugar se tiene en la sociedad; los pequeños pronto aprenden a compararse con sus compañeros, el que tiene el juguete más moderno es el más popular; cuando se hacen grandes los juguetes también crecen y la popularidad crece. El cochecito de control remoto ya no es un juguete ahora es un coche de verdad
Pablo miró sus logros personales antes de Cristo y después de conocer a Cristo. Se dio cuenta que todo lo que lo definía “según la carne” carecían de valor . “Antes creía que esas cosas eran valiosas, pero ahora considero que no tienen ningún valor debido a lo que Cristo ha hecho” (3: 7 NTV) En otras versiones dice literalmente: “Todo es basura”
En este examen personal vamos a responder a estas preguntas de nuevo ¿cuánto vale lo que soy? ¿Cuál es el valor real de mis logros? ¿Qué tanto perdurará lo que hoy tengo y lo que me define? ¿Cuál es mi legado a mi familia, mi comunidad, a la humanidad? ¿lo que he logrado, es más valioso que la vida eterna?
No estamos desdeñando el éxito, ni el deseo de salir adelante, de tener una mejor calidad de vida, todo eso está bien y es aún parte de las bendiciones de Dios, pero cuando estos niveles elevados de bienestar se convierten en la única cosas importante y el fin último de la vida de una persona entonces el bienestar ya no es suficiente porque lo más importante que es la trascendencia a lo espiritual y lo eterno ha sido desplazado por lo efímero de lo terrenal y lo material.
El apóstol Pablo en su evaluación personal puso en perspectiva las cosas mas importantes y encontró que ser siervo de Cristo es más importante que la posición política o social, encontró que la obediencia a la ley y tradiciones no eran nada comparada con la obediencia a la ley del amor que Cristo predicó, que la salvación de su alma era más importante que la preservación celosa de la tradición judía.
“Así es, todo lo demás no vale nada cuando se compara con el infinito valor de conocer a Cristo Jesús mi Señor, por amor a él, he desechado todo lo demás y lo considero basura a fin de ganar a Cristo” ( 3:8 NTV)
¿Qué tanto valor de das a lo que has conseguido? al terminar este año ¿Qué es aquello que consideras lo más valioso? ¿Es algo material y efímero o es trascendente y eterno?
Pablo encontró que no había cosa más valiosa que conocer a Cristo, servir a Cristo e inclusive morir por Cristo. En otro capítulo de la misma carta dijo “ para mi el vivir es Cristo y el morir es ganancia” ( Filipenses 1:21)
Asimismo reconoció que sus logros personales no le alcanzabann para obtener la vida eterna. No importaba qué tan bueno era, que tan pura era su sangre judía, qué tan obediente de la ley de Moisés había sido, qué tan celoso de guardar la tradiciones, sin conocer a Cristo todo eso era basura y no le ayudaba a salvar su alma. Pero un día Cristo lo encontró, lo salvo le dio un nuevo nombre y un nuevo propósito.
Pablo ahora podía decir !Quiero sufrir con Cristo, quiero participar de su muerte, quiero experimentar la resurrección!
Hermano, amigo ¿Qué tanto valor tienen tus logros? ¿son suficientes para ayudarte a llegar al cielo?

La tercera es ¿Cuánto he alcanzado? ( 3: 12-16)
La vida cristiana no es un fin, es un medio. La vida eterna es el fin, gozar de Dios para siempre es el fin. Así que mientras estemos en este mundo, mientras sigamos en este cuerpo de muerte estaremos en un proceso continuo de perfeccionamiento espiritual.
El apóstol Pablo en la tercera parte de su evaluación personal reconoce que no lo había alcanzado todo, muchos menos había alcanzado la perfección. Pero no porque no lo hubiera alcanzado se estaba dando por vencido, por el contrario él afirma “ sigo adelante a fin de hacer mía esa perfección para la cual Cristo Jesús primeramente me hizo suyo” ( 3:12 NTV)
Al finalizar el año usualmente miramos hacia atrás, hacemos un conteo de lo bueno y lo malo, lo logrado y lo que no se logró. Pero si nos quedamos mirando el pasado nos perderemos la aventura del futuro. El apóstol Pablo sabía que lo había sido ya no era importante, que no podía seguir añorando sus viejas glorias, que revivir tanto sus éxitos como sus fracasos no le ayudarían en el futuro.
La afirmación valiente del apóstol debe ser un lema para nosotros los cristianos.
“No amados hermanos, no lo he logrado, pero me concentro solo en esto: olvido el pasado y fijo la mirada en lo que tengo por delante, y así avanzo hasta llegar al final de la carrera para recibir el premio celestial, al cual Dios nos llama por medio de Cristo Jesús” ( 3:13-14 NTV)
Si al llegar el final del año consideras que no lo has alcanzado todo, que fracasaste en ocasiones, que el pecado te hizo tropezar, que aquella promesa que hiciste “ahora si voy a leer mi Biblia” no la cumpliste, te tengo buenas noticias. Pablo tampoco lo alcanzó todo aquí en su vida. Pero eso no le impidió tener una visión del futuro en cual iba lograr alcanza la meta a la cual Dios le había llamado, su caídas y fracasos no le impidieron mantenerse firme, fuerte y fiel al llamado de Dios.
¿Cuánto has logrado? ¿Es poco, es mucho, es suficiente? Recuerda que nuestra vida aquí en la tierra solo es un instante, pero la vida con Cristo es eterna.
Nuestra preocupación no es vivir como si fuéramos perfectos ya, sino como buscadores de la perfección, como aprendices de la vida cristiana, como corredores en una carrera que tiene como meta el cielo.
El apóstol Pablo comprendió todo esto porque conoció a Cristo, sirvió a Cristo y murió por Cristo. Su ejemplo debería animarnos a mantenernos mirando al frente, ansiando el futuro, olvidando el pasado y luchando por llegar a la meta que Cristo marcó para nosotros.

Y ... ¿cómo terminó aquella historia en Cuba?...
Finalmente Dios intervino, nos envió ayuda, nos envió a dos hermanos muy diligentes y muy ingeniosos. Conservamos la vieja estructura de madera del templo y sustituimos la paja por las láminas de metal; terminamos justo la noche anterior a nuestro último día en el pueblo.
Todo el tiempo que estuvimos ahí no llovió, o si lo hizo fue muy leve pero el día de la dedicación de la obra cayó un aguacero que sirvió para probar si habíamos colocado bien el techo y efectivamente, ni una gota de agua se filtró....
Dios nos da oportunidades para examinar nuestras vidas, para darnos cuenta de lo que es verdaderamente valioso y para enfocar nuestros ojos en lo eterno. Respondamos a estas preguntas ¿Quien eres? ¿Cuánto vales? ¿Qué has logrado?, Solo Cristo te puede ayudar a darle un nuevo valor a tu vida aquí en la tierra, porque solo Cristo te puede dar la vida eterna allá en el cielo.