sábado, enero 01, 2011

Mirando hacia adelante



Mensaje de fin de año 2010

“Concéntrate en el futuro,
porque es ahí donde pasarás el resto de tu vida”

Termina el año, la primera década del siglo XXI, y como es común en cada fin de año, comienzan los recuentos, el análisis, la evaluación, la reflexión de lo pasado, lo hecho, lo logrado, lo dejado de hacer.
Una mirada retrospectiva es casi obligada al finalizar cada ciclo o período de la vida.

Sabemos que evaluar y analizar nos permite saber si se llegó a la meta y eso es muy bueno.
En muchas ocasiones les he hablado de la reflexión y el análisis de lo pasado, en esta ocasión no lo haré así, por el contrario les invitaré a no mirar el pasado y concentrarse en el futuro.

Hagamos un ejercicio, tome una hoja de papel en blanco.  No hay nada ¿verdad? Ese es el nuevo año, les toca escribirlo. Cada nuevo calendario y cada nueva agenda son un recordatorio de que la mejor historia no es la que pasó si no la que falta por contarse. ¿Qué escribirás en tu calendario?

El profeta Isaías les dijo al pueblo de Israel “No recordéis las cosas anteriores ni consideréis las cosas del pasado. He aquí, hago algo nuevo, ahora acontece; ¿no lo percibís? Aun en los desiertos haré camino y ríos en el yermo.” Isaías 43:18-19

En el capítulo 43 Dios habla del pasado, del presente y del futuro, en el versículo 18 exhorta a su pueblo a no recordar las cosas anteriores y concentrarse en lo que Dios todavía va a hacer.

Olvida el pasado

Mucha gente gusta de hablar del pasado, mientras más viejos nos volvemos más atesoramos el pasado. ¡Qué difícil es desprenderse de las cosas viejas! El ser humano tiene un apego al pasado, le fascina desenterrar huesos, mientras tanto se olvida de disfrutar el presente y anticipar el futuro.

Dios te dice hoy, no atesores el pasado, no mires atrás. Recuerda que el espejo retrovisor de tu auto es mucho más pequeño que tu panorámico.  

Si conduces tu auto con los ojos puestos en el retrovisor
no pasarás mucho tiempo sobre el camino.
 
Tenemos que poner los ojos en lo que viene por delante para llegar a nuestro destino.

El apóstol Pablo sabía la importancia de mirar hacia delante cuando dijo: Hermanos, yo mismo no considero haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”  Filipenses 3:13

¿Qué es lo que está delante de ti?  No lo sabes, pero una cosa es segura la promesa de Dios es firme. Dios hará cosas nuevas y él las revelará en su momento adecuado.

Pon tus ojos al frente y no te desvíes

Proverbios 4. 25 dice: Miren tus ojos hacia adelante, y que tu mirada se fíje en lo que está frente a ti. El Predicador nos enseña en el mismo pasaje a no quitar la mirada de nuestro camino.

¿Y cuál es ese camino? Jesucristo es el camino. En el año que comienza habrá momentos de prueba y dificultad, eso es seguro, si nuestros ojos están puestos en el camino, nada nos hará desviarnos. No perderemos el rumbo, no nos dejaremos seducir por los caminos fáciles.

Nuestras metas son hacer de esa comunidad de fe un pueblo fiel, firme y fuerte. Lo haremos crecer en número y en fe. SI mantenemos los ojos puestos al frente estoy seguro que nada nos desviará de ese propósito.

¿Cuáles son tus metas para el nuevo año? Quizás ya pensaste en mejorar tu economía o quizás has pensado en mejorar tu salud, tus estudios o tus relaciones, cualquiera que fuera tu meta recuerda de no dejarse desviar por las tentaciones, los problemas, las dificultades y los recuerdos.
  
La fe funciona siempre en el futuro, no en el pasado.

Hebreos 11:1 dice que “ la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” ¿cómo podemos tener fe si no ponemos los ojos en el futuro? El futuro es incierto,  pero para el que tiene fe, tiene la certeza y está convencido que lo que viene será bueno.

Jesús utilizó la imagen de un sembrador cuando hablo del evangelismo. El sembrador sale al campo con fe, planta la semilla con fe, cuida la tierra con fe y va a recoger los frutos con fe.



Si no tienes fe no puedes ser un buen sembrador. 

Pero para lograr una buena cosecha necesitas buena semilla y buena tierra. Dios nos ha dado la buena semilla que es Su palabra, el corazón de las personas es el campo listo para la siembra. La ley de la cosecha nos dice que cosechamos lo que sembramos. ¿Qué quieres cosechar al final del año 2011? Pues debes comenzar el año con fe y dispuesto a sembrar lo que quieres cosechar, ¿quieres amor? Siembra amor, ¿Quieres fidelidad? Siembra fidelidad ¿quieres perseverancia? Siembra perseverancia.
Si queremos una comunidad fuerte, fiel y firme tenemos que sembrar, fortaleza, fidelidad y firmeza. Fortaleza ante los problemas y tentaciones,  fidelidad a Cristo y su iglesia, Firmeza en las promesas de Dios y fe en su cumplimiento.

Hoy no miraremos atrás, el pasado se ha ido, el hoy es un regalo, por ese se llama presente y el futuro es una promesa.

Hagamos nuestras las promesas de Dios que son nuevas cada día y vivamos mirando al frente, poniendo nuestros ojos en el premio que Dios nos ha prometido, tengamos fe que Dios ha de cumplir en su tiempo y no perdamos el sentido de dirección hacia delante para crecer, firmes, fieles y fuertes-


Bendiciones.

Frank Pool

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