sábado, agosto 22, 2009

40 días de oración y ayuno – día 32

DEL LAMENTO AL GOZO

Ayunar es una práctica que se describe en variadas ocasiones en la Biblia, hoy veremos el caso narrado en el libro de Ester.

De acuerdo con esta historia los judíos estuvieron amenazados y a punto de ser exterminados a causa de una conspiración, esto sucedió durante el dominio persa sobre Israel, bajo el reinado de Asuero.

Ester, quien era descendiente de judíos, había sido elegida por el rey para sustituir a su esposa previa, Vasti, quien había desdeñado una orden del rey y por lo tanto había sido destituida como reina.

Cuando Aman, que era siervo de Asuero, convence al rey que los judíos eran una amenaza para el reino  persa, Ester ya era parte de la corte del rey pero no había revelado sus orígenes; su tío Mardoqueo había descubierto una conspiración contra el rey Asuero y gracias a su información el rey se salvó pero nunca le agradecieron esta información.

Mardoqueo le informa a Ester los planes de Aman y ella se une a la pena de todos los judíos esparcidos por las 127 provincias de Persia y pide ayunar por ella durante tres días con sus noches. (Ester 4:16)

La historia termina con la muerte de Aman, la liberación de los judíos y el fin de la amenaza de exterminio, la proclamación de una nueva fiesta para conmemorar aquel día en que la suerte de los judíos quedó sellada y se le llama, hasta el día de hoy “la fiesta del Purim” que  significa “suerte”

En esta fiesta se celebra que aquellos días de tristeza y lamento se convirtieron en días de gozo. Los judíos modernos aún celebran esta fiesta tradicional con comida, bebida y regalos.

El Salmista escribe: Tú has cambiado mi lamento en danza; has desatado mi cilicio y me has ceñido de alegría; (Sal 30:11) y el apóstol Santiago escribe a la iglesia: Acercaos a Dios, y El se acercará a vosotros. Limpiad vuestras manos, pecadores; y vosotros de doble ánimo, purificad vuestros corazones. Afligíos, lamentad y llorad; que vuestra risa se torne en llanto y vuestro gozo en tristeza. Humillaos en la presencia del Señor y El os exaltará. (Sant 4:8-10).

Hoy estamos ayunando porque estamos bajo la amenaza del enemigo de nuestras almas, pero un día nuestra tristeza se convertirá en gozo y el ayuno se convertirá en fiesta.

Amen.

No hay comentarios.: