miércoles, agosto 19, 2009

40 días de oración y ayuno- día 29

Acéptalo

Nuestra fe nos permite creer en un Dios todopoderoso que oye nuestras oraciones cuando clamamos a él (Salmo 4:3) Pero ¿qué pasa cuando lo que pedimos y por cual oramos y ayunamos no resulta como esperábamos?

Ese fue el caso de David, después que tuvo un hijo con Betsabé, la historia bíblica dice que el niño enfermó porque fue producto del pecado de David ( 2 Samuel 12: 14-15) David rogó y ayunó por el niño, pasó la noche acostado en el suelo, no quería la ayuda de nadie, no probó bocado y al final de siete días el niño murió ( 2 Sam 12: 16-18)

Cuando sus siervos le dieron la noticia, David se levantó, se afeitó, se cambió de ropa y volvió a comer. Esto sorprendió a sus siervos y le preguntan la razón de tal conducta. ¿Qué es esto que has hecho? Mientras el niño vivía, ayunabas y llorabas, pero cuando el niño murió, te levantaste y comiste pan. A lo cual David respondió: Mientras el niño aún vivía, yo ayunaba y lloraba, pues me decía: "¿Quién sabe si el SEÑOR tendrá compasión de mí y el niño viva?" Pero ahora que ha muerto, ¿por qué he de ayunar? ¿Podré hacer que vuelva? Yo iré a él, pero él no volverá a mí. ( 2 Sam 12: 22-23)

Para algunas personas la muerte de un ser querido, la pérdida de la estabilidad emocional o económica o la enfermedad hace que pierdan la fe en Dios y abandonen la fe. David aceptó la voluntad de Dios y reconoció que Dios hace lo que él quiere porque es lo mejor.

Por otra parte Dios vio el corazón arrepentido y humillado de David y le concedió tener otro hijo con Betsabé el cual recibió la promesa de la herencia de David y del cual su nombre sería recordado por siempre… ese niño se llamó Salomón, pero esa es otra historia….

Oración: Dios ayúdame a aceptar su buena voluntad, agradable y perfecta.

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