Prepárate para el juicio

Una vez leí la siguiente anécdota: Un joven que no había logrado mucho éxito en sus estudios universitarios escribió un telegrama a su madre con estas palabras “todo fracasó, prepara a papá”. La madre le escribió de vuelta las siguientes palabras. “Papá está preparado, ahora prepárate tú”.
Lo mismo sucede con la humanidad y el inminente regreso de Jesucristo. Dios está preparado para enviar a su hijo de nuevo con la misión de liberar a la humanidad de la esclavitud en que Satanás la ha sometido, juzgar tanto a vivos como a muertos y restablecer su Reino. Pero tristemente muchos prefieren creer que esto no es cierto y aunque han fracasado en su relación con Dios, no están preparados para enfrentarse a él y rendir cuentas.
Voy a hacer tres preguntas básicas y espero que esto nos ayude a entender la seriedad de la situación en la que vivimos.

Si Jesús viniera hoy, ¿Dónde te encontraría? Esta pregunta nos hace pensar en el lugar en que estamos y en el cual Él nos ha permitido estar con el propósito de ser la luz y la sal. Algunos lugares son muy populares y atractivos, pero te pueden alejar de tu relación con Dios. Los lugares que frecuentas dicen mucho de tus convicciones y también de la vida que llevas.

La segunda pregunta es ésta: Si Jesús viniera hoy: ¿Qué te encontraría haciendo? Esta pregunta nos ubica en nuestra conducta. Dios nos ha dado oportunidades de trabajo. A otras personas dio oportunidades de estudio y a otros les ha dado dones, talentos, y habilidades para que sean usados en glorificarle a Él. ¿Te has puesto a pensar que qué tipo de cuentas le daremos a Cristo, si no estamos haciendo el mejor uso de lo que Dios nos dio?

La tercera pregunta es: Si Jesús viniera hoy. ¿Qué te encontraría siendo?, Esta vez nos ubica en nuestro carácter. Lo que creemos afecta nuestro carácter y nuestro carácter afecta nuestra conducta. Cuando creemos en la Palabra de Dios y las aceptamos como la regla para tomar decisiones, para guiar nuestras acciones y pensamientos, nuestro carácter se ve influenciado por el carácter de Dios.
Pablo nos invita a ser imitadores de Dios, (Efesios 5.1), a tener la mente de Cristo (1 Cor. 2.16), a renovar nuestra forma de pensar de modo que conozcamos la voluntad del Señor en nuestras vidas (Romanos 12.2)
Cuando pensamos en el retorno de Cristo, podemos esperarlo con ansia, deseosos de verlo cara a cara, con conciencia limpia y corazón dispuesto a recibirle como Señor y Salvador ; o podemos esperarlo, con ansiedad y con temor, porque le enfrentaremos como Juez.
Como al joven de la historia yo también te digo,..Prepárate tú, porque papá ya está preparado.
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Si quieres saber más acerca de cómo estar preparado escríbemos: juventudviva@hotmail.com