La euforia en el campo de juego era incontenible, y no era para menos el equipo acababa de ganar su segundo campeonato al hilo. Pero mientras en el campo los aficionados celebraban con música y fuegos pirotécnicos, en la intimidad de los vestidores el ambiente de festejo toma una pausa.
Entre el barullo de la celebración el manager del equipo pide a sus jugadores que, así como lo habían hecho antes, era el momento de hacer una oración a Papá Dios para agradecerle la victoria. Les recordó a sus jugadores que habían tenido momentos difíciles y que de no ser por la ayuda de Dios no habrían logrado salir adelante. Le pide a uno de sus jugadores que haga la oración invitando a todos a que después del amén celebren con gozo la victoria.
El jugador, antes de hacer la oración, pide a todos a que repitan con él las palabras, cierra los ojos, eleva el rostro al cielo y da gracias a Dios, al Espíritu Santo y a Jesucristo por la victoria y pide por la salud de su directivo enfermo.
Fue una oración emotiva, no repitió palabras aprendidas de memoria, fueron palabras espontáneas, salidas de un corazón victorioso y agradecido.
Por escasos minutos la oración acalló los gritos y las porras, Dios escuchó la voz de un equipo que le daba las gracias por la ayuda y por la victoria.
¡Que ejemplo de fe y liderazgo del manager! !Que testimonio y humildad del jugador!
!Felicidades Campeones! , el corazón de sus seguidores está feliz y también su Padre Celestial porque le han dado la honra, que solamente Él merece, en ese momento de victoria. Porque los campeones también oran.
2 comentarios:
Amén hermano.
¡Qué ejemplo de liderazgo y de humildad!
Dios te bendiga.
Carlos Julio
Wow!! me sorprende que un jugador de beis, haga este tipo de cosas, pero pues, me da gusto y si que es un buen ejemplo, porque en nuestra vida hasta lo más mínimo debemos de dar gracisa a Dios, pues es parte de nuestros triunfos.
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