jueves, enero 01, 2015

Siete lecciones desde el bote (Mateo 14:22-36



Siete lecciones desde el bote
(Mateo 14: 22-36)

Mensaje presentado en 
La iglesia Presbiteriana "La Casa de mi Padre" 
por Frank Pool 
el día 31 de diciembre de 2014



Introducción.

Al final de este mes hice un experimento en la red social más popular del planeta. Con una pregunta invité a la gente a decir con una palabra “cómo describirían lo que sienten al final del año” 35 personas respondieron  y las palabras pueden verse en esta imagen

La palabra más mencionada fue Aprendizaje, seguida de Bendiciones y Gratitud. La mayoría de las palabras indican un pensamiento positivo, si juntamos las palabras: Agradecida, Gratitud, Agradecimiento, Agradeceré, podemos ver que la mayoría de las personas que respondieron están agradecidas este fin de año… pero agradecida ¿de qué, con quién, por qué? Eso sería tema de otra encuesta….

Aprendizaje… es la palabra que más se mencionó y eso es lo que vamos a hacer esta última noche del año.. vamos a aprender

En el pasaje de hoy se menciona uno de los eventos más significativos para los discípulos de Jesús. 

Como veremos en esta meditación, la fe juega un papel fundamental en la vida del cristiano porque sin fe tu vida se puede ir a pique.

Veamos el antecedente o contexto de la historia. 
  1. Jesús ya estaba en  la plenitud de su ministerio, ya era conocido por sus enseñanza y sus milagros, la gente le seguía por donde fuere. Tanto que ya no querían apartarse de él. En los versículos iniciales vemos a Jesús alimentando a más de 5 mil personas con solamente cinco panes y  dos peces. Como ya se predicó aquí mismo hace unos días, ese milagro demostró claramente que Jesús es Señor de la naturaleza proveyendo las necesidades materiales de sus seguidores. 
  2. En el siguiente milagro Jesús se mostró como Señor de la naturaleza controlando el poder de las aguas para traer paz y tranquilidad a quienes está en peligro y angustia.


Ahora veamos el desarrollo de los eventos que llevaron al milagro.

  1. Jesús se despide de sus discípulos y de la gente ( 22-23), había una razón para hacerlo. Jesús dedicaba tiempo a la quietud y a la oración.
    No importaba cuánto tenía por hacer Jesús demostró que antes de iniciar su labor tenía que ir a solas a estar con su padre a orar.
    La historia nos dice que se fue al anochecer y no se reunió con los discípulos sino mas o menos entre las 3 y 6 de la mañana.  Desde el desierto, antes de iniciar su ministerio; hasta el monte de los Olivos, la noche que fue entregado, Jesús se retiró a solas a orar. La oración y la soledad fueron su fortaleza. Jesús encontró en el tiempo a solas con su padre, la dirección, el ánimo, la dirección y la confirmación de sus misión en la tierra. ¿Qué hacemos cuando estamos a punto de emprender el camino en un nuevo día, un nuevo año?

    Primera enseñanza:  Toda misión empieza con oración
  2. También los discípulos de Jesús tienen problemas (24). Los discípulos obedecieron a Jesús y se separaron de él para ir de noche por el mar. No era la primera vez que navegaban, algunos de ellos , por lo menos 4 de los discípulos eran pescadores, así que el mar no les era extraño. Tampoco las tormentas, pero alguna razón esa noche el mar estaba embravecido “porque el viento era contrario” .
    En la vida cristiana, no todo es un viaje plácido y tranquilo, muchas veces parece que en lugar de ir a la iglesia nos subimos al Titanic. Algunos quisiéramos que se pareciera al Arca de Noe donde todos se salvan, aunque fueran animales.


    Segunda enseñanza, Aún un barco lleno de discípulos de Cristo puede terminar azotado por vientos contrarios. Nunca menosprecies las dificultades
  3. El miedo se apodera de los discípulos (25-26) . Los discípulos estaban ya bastante asustados con la tormenta cuando de pronto se les aparece lo que ellos consideraron un “fantasma” o “aparecido”.
    Seguramente habrán pensado “¿dónde está Jesús ahora que lo necesitamos? Las cosas no iban bien, y justo cuando no parecía ir peor ¡ahora se les aparece un fantasma!. Por supuesto que ellos no entendieron en principio que se trataba de Jesús, el miedo les impedía ver claro, y eso es normal bajo un ambiente de dificultad.
    Tu y yo quizás hemos experimentado esa sensación de ver algo distinto a la realidad cuando estamos aterrados.

    Tercera enseñanza: Hasta los discípulos más preparados experimentan miedo
  4. La voz de Jesús da confianza. ( 27.28 ) !Qué alivio debieron haber sentido los discípulos cuando escucharon la voz de Jesús!. me imagino que habrán dicho !Gracias Señor, creímos que nunca vendrías!, ¿a poco no nos sentimos así cuando llega por fin la ayuda, cuando estamos en problemas?
    A veces una llamada telefónica, un mensaje por correo o mensajería, una señal, algo nos pueda dar la esperanza que las cosas ya van a mejorar.
    Pero no todos reaccionaron igual. Alguien tenía que tener una prueba de que no se trataba de un fantasma. y ese fue Pedro.
    ¿Cuántas veces no hemos dudado de la Palabra de Dios? Hay ocasiones en que decimos, “suena muy bonito eso, pero no es para mi”, Pedro necesitaba más que la palabra de alguien para creer, así lo hizo el día de la resurrección ¿se acuerdan? mientras los demás discípulos creyeron el informe de las mujeres Pedro corrió a la tumba a ver si era verdad.  ¿Eres de los que tienen que ver para creer? o eres de los que creen para ver.

    Cuarta enseñanza: La voz de Jesús da confianza, pero debes creerla. Obediencia sin fe es hipocresía.
  5. Jesús ordena y Pedro obedece, pero siente miedo. (29-30) Pedro recibió lo que pidió. Jesús le dio la prueba que efectivamente era el Señor y en un principio obedeció la orden. Jesús dijo simplemente “ven”.
    Esa fue la misma orden que les dio cuando les llamó a seguirle. En aquel entonces los discípulos dejaron todo y le siguieron.
    En el caso de Pedro, este fue llamado por su hermano Andrés y es Jesús quien le da un nuevo nombre y un sentido a su vida.

    Y ahí está, el pescador, el hombre de mar, el que seguramente ha visto muchas tormentas y vientos contrarios dispuesto a bajar del bote y poner los pies en el agua. Y lo hizo, caminó como el maestro sobre el agua.

    Pero… “viendo la fuerza del viento sintió miedo y comenzó a hundirse”

    Pedro es como muchos cristianos. Son fuertes cuando las cosas van bien. Prometen ir con Cristo hasta la misma muerte, Prometen pelear si es necesario con las armas… pero cuando ven el viento fuerte… sienten miedo y se hunden, y gritan.. “Señor, ¡sálvame!”

    Quinta enseñanza. La obediencia y el miedo no pueden ir juntos.
  6. Pedro se salva de hundirse pero no de un reproche. (31). Jesús de nuevo accede a la petición de Pedro y le tendió la mano para salvarlo de hundirse, sin embargo le reprochó a Pedro su poca fe y la duda que fue lo que le hizo hundirse.

    ¡Pobre Pedro! hace unos instantes estaba muriéndose de miedo por la tormenta, luego vino el shock por haber visto un fantasma, y ahora estaba a punto de morir ahogado…

    ¿cómo te sentirías tu? ¿qué esperaría de Jesús? Una palmada en el hombro, una abrazo o una palabras de aliento “Tranquilo Pedro, ya pasó”… pero no fue lo que recibió.

    ¿Fue demasiado duro el Señor con Pedro? No, lo creo. Le estaba dando una lección a él y al resto del equipo. Ya antes habían estado en una situaci´

    Sexta enseñanza: La fe te hacer caminar sobre el agua, la duda te hunde.

  7. Jesús calma la tormenta adentro y afuera (32-33). Los discípulos ya habían estado en una situación similar.
    Los discípulos en un bote, una tormenta, pero en aquella ocasión Jesús estaba con ello, durmiendo, pero estaba con ellos. En aquella ocasión, los discípulos despiertan a Jesús y quizás le reprocharon que esté durmiendo mientras ellos batallaban con la tormenta. (Mateo 20 8:23-27) Jesús calmó la tempestad y los discípulos se preguntaron ¿quién es este que aún el mar y los vientos le obedecen? También Jesús les dijo: ¿porqué tienen miedo? hombres de poca fe.

    Una vez más Jesús calma la tempestad al momento de entrar al bote. ¿Qué pasaba con los discípulos? ¿Porqué les daba temor en el momento de las tormentas?  La respuesta está en la palabras de Jesús… Hombres de poca fe.

    Jesús calmó la tormenta y el viento, el mar se tranquilizó, pero algo más necesitaba tranquilidad. En el corazón de los discípulos también se estaba librando una tormenta, quizás más aterradora que la tormenta en el mar. La duda estaba rugiendo en su interior y necesitaba también recuperar la calma.

    Así es la vida cristiana. Las tormentas están afuera y adentro. Solamente cuando Jesús entra al bote de nuestras vidas es que podemos recuperar la calma. Jesús demostró ser el Señor de la naturaleza cuando calmó el viento y la tormenta, y demostró ser el Señor de las almas cuando calmo la tempestad interna de sus discípulos.

    Séptima lección. Solamente el Señor de la Universo puede calmar las tempestades, de afuera y de adentro.

    CONCLUSIONES.
Cada año hacemos el ritual de la retrospección, de la mirada al retrovisor dejando atrás el pasado con sus altibajos y sus alegrías. Miramos hacia adelante con la esperanza que el año que viene sea mejor que el que se va. Hacemos la misma lista de propósitos que difícilmente vamos a cumplir, para que al final del año de nuevo lamentaremos lo que no hicimos y nos propongamos de nuevo el mismo listado.

Hoy les pido que no hagan una lista de propósitos. Vamos a hacer uno solo. Nada más uno. ¿ ESTÁS LISTO? , Hagamos el propósito de no dudar de Jesús.

Ya vimos la importancia que Jesús le dio a un momento de quietud y soledad con su Padre, le vimos vimos caminar sobre el agua, le vimos dando tranquilidad a sus discípulos y dando la orden de salir del bote a Pedro. Le vimos tender la mano a su discípulo que se hundía en medio de un mar embravecido.  Le vimos tranquilizar el mar y el corazón  atribulado de sus discipulos.

Es es mismo Jesús que también dijo… “hombre de poca fe ¿porqué dudaste?”

El mismo Jesús que dice “Ven” sal del bote, pon tus pies sobre el agua y camina…. camina con confianza porque yo soy el Señor del Universo.. no dudes.

Cuando los discípulos subieron a aquel bote esa tarde no se imaginaron la enorme lección que iban a recibir del maestro.

Hoy deseo que tu también aprendas la misma lección. 

“Es mas seguro mantenerse dentro del bote, pero la fe se prueba fuera de ella”

Ven, caminemos juntos en medio de la tormenta…
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