Restauración
Las personas son como los edificios, recién construidos los edificios causan admiración, son fuertes, bien pintados y limpios, pero conforme pasa el tiempo, el clima, el uso y otros factores los deterioran y hacen perder su lustre original. Entonces hay que restaurarlos, hacer reparaciones, cambios, modificaciones, reforzamientos, etc..
Lo mismo pasa con nosotros, de cuando en cuando debemos entrar en un proceso de restauración, no sólo físicamente, sino espiritualmente, nuestra alma se deteriora con las pruebas y los problemas cotidianos. El salmo 19 dice: “La ley de Jehová es perfecta que restaura el alma” (19:7) LBLA.
¿Has notado deterioros en tu alma, grietas, fugas, debilitamiento? ¿Ha perdido tu alma el lustre inicial de cuando fuiste creado?
Es hora de una restauración. deja que la Palabra de Dios te restaure.
Oración: Señor, mírame y restaura lo que necesite ser restaurado.