martes, abril 28, 2009

¿De quién temeré?

Se nota en la cara de la gente por la calle, atemorizados se esconden detrás de las mascarillas. No hay enemigo evidente pero la preocupación y la incertidumbre ha causado que el mundo entero se doblegue ante una amenaza, un virus, que podría causar mucho daño.
Naciones enteras se atemorizan ante la posibilidad de una epidemia, lo que no logró hacer el VIH-SIDA ahora lo hace la Influenza, el mundo entero tiene un solo objetivo, protegerse.
Algunos escépticos especulan acerca de la realidad o no realidad de la amenaza, mientras se certifica la certidumbre o no, se prefiere tomar precauciones. Hay que evitar el contacto social, ya no hay espectáculos masivos, no hay escuelas, las calles se vacían. Reina el silencio donde había bullicio, diversión, conversación.
Incluso las iglesias cerrarán.

Es este el principio? o es el fin? Lee Jeremias 44

¿Tienes temor a lo que pueda pasar por el virus? Recuerda lo que Dios dice:

Mas ahora, así dice el SEÑOR tu Creador, oh Jacob, y el que te formó, oh Israel: No temas, porque yo te he redimido, te he llamado por tu nombre; mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo, y si por los ríos, no te anegarán; cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama te abrasará. Porque yo soy el SEÑOR tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador; he dado a Egipto por tu rescate, a Cus y a Seba en lugar tuyo.
(Isa 43:1-3)

Es tiempo de confiar y no desmayar.