Mientras Moisés estaba atendiendo las ovejas de su suegro, Gedeón recogía trigo, Pablo iba rumbo a apresar cristianos, Nehemías estaba sirviendo a un rey extranjero, cada uno estos personajes fueron elegidos por Dios para desempeñar una misión.
A Moisés lo envió a liberar a un pueblo esclavizado, a Gedeón a juzgar a un pueblo idólatra, a Pablo lo llamó a predicar y a Nehemías a reconstruir una nación en ruina total.
Cad uno de ellos recibieron el “toque” de Dios, Isaías 6:8 …He aquí esto tocó tus labios… Cada uno recibió además, sin saberlo, la preparación y las herramientas adecuadas para su misión.
Cuando Dios llama también capacita, él prepara a sus siervos utilizando las circunstancias, que pueden ser una guerra, la esclavitud, una crisis social y espiritual, etc.
A Moisés lo preparó 40 años en Egipto y 40 años en el desierto, a Nehemías lo preparó en el exilio, a Gedeón durante tiempo de opresión extranjera, a Pablo lo entrenó para ser el proclamador del evangelio hasta el fin del mundo.
Diso capacita y también transforma la personalidad del siervo, él concede las habilidades y las capacidades necesarias, le dió a Moisés una vara para hacer milagros, a Gedeón un ejército, a Nehemías la capacidad administrativa y a Pablo el don de la palabra.
Estoy convencido de tres cosas:
1. Dios nunca te llamará a algo en lo que él mismo no está dispuesto a intervenir.
2. Cuando Dios llama también provee y
3. Dios es capaz de usar cualquier cosa para cumplir sus propósitos pero prefiere usar gente ordinaria para obras extraordinarias.
Si tu has pensado que no tienes la habilidades, las capacidades y los recursos para servir a Dios recuerda esas tres cosas. Quizas estás pensado como Moisés y dando excusas para no atreverte a probar que Dios es Dios.
